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Preguntas sobre Angustia
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Los expertos hablan sobre Angustia
La angustia es un estado emocional afectivo de tensión acumulada y no descargada en el tiempo. La persona la vive con una sensación de malestar y puede acompañarse de miedos, temblores, sudoración, taquicardia...
En la psicoterapia tradicional "se habla" sobre lo que la persona siente, lo que le pasa, sus síntomas. En mi trabajo psicoterapéutico a través de la hipnosis clínica regresiva, se busca el origen profundo de esa angustia que pudo haberse generado cuando la persona estuvo en el vientre materno, en su primera infancia, adolescencia, vidas pasadas, etc.o en algún momento de su vida adulta. Al conectarse con el origen de su angustia, hay una descarga y la sensación de plenitud.
La angustia es una emoción que nos sirve para la sobrevida, no obstante cuando no existe un gatillante para que dicha emoción se exprese estamos expuestos a paralizarnos frente a un evento externo o sobre-reaccionar al mismo. Es por esto que poner tú situación en palabras y sentirte acompañado por alguien que no te juzgue ni critique es fundamental para regular lo que sientes y buscar la calma.
Cristel Andrea Pérez Pinto
Psicólogo
La angustia es un temor sin un objeto claro y definido. Trae consigo síntomas psíquicos como también manifestaciones somáticas (síntomas físicos). La angustia puede ser normal o patológica.
En la angustia patológica, la intensidad de la reacción sería muy desproporcionada en relación al estímulo que la provoca. La duración de la respuesta angustiosa también es excesiva.
Al diferenciar la angustia de la ansiedad, el término "angustia" se utiliza para designar los síntomas físicos de esta experiencia subjetiva y "ansiedad" para los síntomas psíquicos.
La diferencia entre la angustia y el miedo es que éste último es producido por una situación de peligro concreta y precisa.
La angustia que nos afecta es un disfraz de una angustia mayor que es inconsciente y solemos explicar lo que nos angustia con teorías simplistas como por ejemplo "Mi problema es que me angustia salir a la calle" "Mi problema es que me angustia sociabilizar" "Mi problema es que me angustia estar solo, siempre necesito a alguien para hacer las cosas". La crisis de pánico es una forma de expresión de angustia, pensamos que nos vamos a morir, porque se acelera el corazón y temblamos. Lo cierto es que siempre tenemos una historia de vida que nos precede y ahí están las claves para descubrir porque realmente me angustio. "El presente es una reactualización de mi angustia o sufrimiento pasado".
Se trabaja la situación presente de angustia y sus posibles causas escuchando atentamente al o a la paciente. Se le ayuda en la formulación de metas y objetivos de la terapia. Como ejemplo,si estuviera preocupado/a por una crisis vocacional. Se complementa la entrevista con la aplicación de un test de inteligencia para informarle sus aspectos fuertes y débiles; un test de Personalidad de Ewards para conocer sus rasgos más potentes; un test de intereses vocacionales para conocer su área o áreas por las que más se inclina y un test de aptitud que mide la calidad de su aptitud verbal, matemática, abstracta, mecánica. Se entrega al final un Informe Vocacional con sugerencias de carreras.
La angustia es un estado de permanente preocupación e inquietud, como "si algo fuera a suceder" por lo que vivimos mucha dificultad en el día a día. Puede aparecer como un episodio agudo, en donde se manifiesta con signos fisiológicos: pecho apretado, dificultad para respirar, ritmo cardíaco elevado, mareos, entre otros. Aquello puede venir acompañado de sensación de ahogo o de que "me puedo morir". Cuando es una angustia persistente, probablemente sentiremos mayor cansancio, dificultad para conciliar el sueño y aumento o disminución brusca del apetito.
Hay veces que sabemos qué nos provoca angustia, sin embargo hay otras en las que nos sentimos perdidos. Siempre es importante consultar.
Temor, pena o emoción negativa intensa. Generalmente con dolor en el pecho u otro síntoma corporal. Podemos sentir angustia y conocer la causa de ella o no entender porqué nos sentimos mal.
El estado de angustia es un sentir particular, no es tristeza, no es exactamente miedo pero está en el mismo continum. El estado de angustia nace cando somos bebés, no tenemos la capacidad cognitiva aún de analizar situaciones, esperar y calmarnos. Cuando el bebé espera la satisfacción de su deseo y este no llega, viene el estado de angustia, se siente solo, sin nadie que acuda a él. La angustia nos lleva a esos primeros estados emocionales que no pasan por la cognición, es por ello que muchas veces no la entendemos, no la podemos pensar, nos invade y no sabemos qué hacer. En terapia le ponemos nombre, la ponemos bajo control en un ambiente contenedor y seguro para que pueda ser resuelta.
Cuando nos referimos a angustia, tiene que ver con una sensación de intensa y profunda tristeza y/o preocupación. Al punto que uno puede llegar a sentir sensaciones físicas, como "una opresión en el pecho", cansancio, "nudo en el estómago", dolor en el cuerpo, entre otros. Puede ser que no podamos dejar de pensar en aquello que nos pone tristes o que nos preocupa. Nos volvemos muy sensibles y podemos romper en llanto en cualquier momento. Andamos de ánimo decaído. Nos es muy difícil sentir emociones positivas como la alegría. Muchos dicen sentir que "ya no son los mismos de antes" o que "ya no disfrutan lo que antes disfrutaban", "ya nada los hace estar contentos".
Las crisis de angustia son estados de ansiedad agudos en que la persona puede experimentar variados síntomas tales como dolor u opresión en el pecho, taquicardia, respiración agitada, sudoración, miedo y en casos más severos, desrealización. Las crisis de angustia están presentes en muchos trastornos de ansiedad, tales como trastorno de ansiedad generalizada, fobias, estrés, estrés post-traumático, trastorno obsesivo compulsivo. Como parte del tratamiento de los trastornos de ansiedad, las personas deben a aprender a manejar sus crisis de angustia a través de técnicas de relajación basadas en la respiración e imaginería, técnicas de modificación del pensamiento y actividades físicas.
A través de la técnica terapéutica de la hipnosis será posible disminuir la intensidad de la angustia hasta hacer que la angustia desaparezca por completo.
La angustia es una respuesta de nuestro sistema psíquico frente a un evento, vivencia o experiencia que no se puede enfrentar directamente, es por esto que nuestro organismo reacciona mandado una alerta (angustia) de que algo pasa pero no sabemos qué.
El espacio terapéutico nos permite en compañía de un otro, el terapeuta, reflexionar sobre lo que nos pasa y buscar la causa de la angustia, dando cabida a que se generen nuevas conexiones que nos permitan aliviar la sobrecarga y sentirnos más tranquilos.
La angustia es tensión acumulada, si no hay una elaboración psíquica para controlarla y poder expresar la emoción y así canalizarla adecuadamente, es probable que puedan aparecer aspectos somáticos.
Es importante realizar una terapia que vaya encaminada a la comprensión de los mecanismos de esta interacción y a la generación de estrategias de afrontamiento para minimizar el impacto de los síntomas o para prevenir la exacerbación de los mismos. La terapia es una oportunidad de volver a revivir dicha excitación y poder expresar la emoción que ha suscitado, liberando la energía reprimida.
Siempre escuchamos decir que alguien siente angustia, o nosotros mismos la sentimos. Podemos describirla como tener ganas de llorar, una presión en el pecho, un malestar en la garganta y preocupación. Pero por qué nos ocurre?. Sentimos angustia cuando nos preocupamos en exceso por algo que puede o no ocurrir, pero de lo cual no tenemos control, pero quisiéramos poder saber qué ocurrirá por qué sería catastrófico que sucediera. Nos genera inestabilidad y temor ante lo desconocido, lo cual no es claro de definir ni resolver.
Hay diferentes grados de intensidad, pero si se mantiene en el tiempo y comienza a limitar la vida, sería recomendable consultar a un especialista.
Es importante considerar que existen 2 clases de Angustia; Paralizadora y Movilizadora. Cuando es muy intensa la angustia, esta suele afectarnos de forma tal que nos termina por inmovilizar, como si nos dejase en un estado de congelamiento, en dónde nuestra mente y corazón permanecen bloqueados debido a un alto grado de conflicto interno emocional, incomprensible para nosotros. En este caso debemos acudir de inmediato a un Psiquiatra, y luego Psicólogo.
Mientras que, si la angustia que sentimos no se vive tan intensa, nos hace actuar y comprender en parte nuestro conflicto emocional, pues estamos frente a aquella angustia movilizadora que no requiere necesariamente tratamiento médico.
El término angustia no es fácil de definir principalmente porque las personas en general definen como angustia casi cualquier emoción que siente el niño, niña o adolescente y que le genera cierto descontrol.
Se trata de una emoción desagradable que se vive y se expresa con gran nerviosismo, desazón y malestar, junto con un componente físico importante (Fatiga, tensión muscular, dolores abdominales, etc). que se presentan en forma repentina o frente a un estímulo particular y que perdura en el tiempo, generando impacto en varias esferas de la vida (Escuela, casa, amigos).
El entrenamiento adecuado en técnicas sencillas permitir avances importantes en el manejo del cuadro.
Estado afectivo intenso de inquietud y preocupación dado por amenazas externas, estrés, temor o por la carencia de algo. Incertidumbre acerca del bienestar personal y del futuro.
Es un estado afectivo que genera gran malestar psicológico, junto a reacciones en el organismo como aumento de frecuencia cardíaca (taquicardia), dificultad respiratoria u opresión en el pecho, mareos, temblores, sudoración excesiva, entre otros. Es equivalente a un miedo extremo.Es importante trabajar en los pensamientos que están sosteniendo, manteniendo e impulsando la angustia, junto con trabajar en técnicas para su adecuado manejo y control.
La Angustia generalmente es provocada por emociones, pensamientos o sentimientos reprimidos, ligados principalmente a la tristeza, rabia y/o frustración. Toda la energía de estas emociones guardadas van acumulándose en nuestro cuerpo, hasta sentir que "explotan" y se producen las conocidas "Crisis de Pánico", siendo inhabilitantes para quien las vivencia, ya que intervienen en distintas situaciones cotidianas, con síntomas como: dificultad para respirar, temblor y/o sudoración de manos, palpitaciones, dolor de pecho, llanto, miedo a dejar de respirar o morir, etc. Lo importante es comprender que la Angustia sólo es un síntoma que encubre una problemática más profunda que se debe resolver.
La definición que hace la escuela de la terapia Gestalt del trastorno de ansiedad, tiene que ver con la huida de la experiencia presente. Es decir, la causa de la ansiedad anticipatoria está en la fantasía de futuro. La crisis de ansiedad (angustia), con sus síntomas, sí acontece en el presente. Pero es una consecuencia del pensamiento catastrófico, ponerse en lo peor.
La respiración es, por sí misma, un regulador de las emociones, pero no sólo ayuda a controlar el síntoma. La conciencia somática, es la única capaz de permanecer en el presente. Cuanto más nos habituamos a escuchar nuestro cuerpo, más nos acostumbramos al “Aquí y Ahora”.
Vivimos en una sociedad en la que la expresión de ciertas emociones no está permitida. Ser seres civilizados parece ser que tiene que ver con callar el enfado, con no expresar tu agresividad, tu ira, tu rabia. Aún así nuestro organismo es animal y sigue teniendo la configuración biológica para responder a todo esto de forma animal. Por esto necesitamos sedantes para calmar los nervios, para poder dormir, para no sentir la ansiedad, y por eso el consumo de fármacos se ha disparado en la última década. No tenemos espacios donde evacuar todas estas emociones y ésto es lo que estresa y, por tanto, lo que nos enferma.
La invitación es a comprometernos con lo que nos pasa.
Claudia Rodriguez Gonzalez
Psicólogo
Para que la angustia ocurra, entran en juego factores biológicos, psicológicos (existenciales) y ambientales.
Generalmente la angustia aparece en situaciones en las que la persona se enfrenta a situaciones difíciles, donde hay un elemento amenazante (físico o psicológico), pero también en aquellas situaciones en las que la persona no ve claro el camino a seguir y, por tanto, vive una situación de incertidumbre. La angustia presenta una serie de síntomas característicos, como: preocupaciones y temores excesivos, imaginación de escenarios catastróficos, desesperación, falta de aire, mareos, sudoración tensión muscular, sequedad de boca o fatiga,opresión en el pecho,dificultada al dormir, etc.
La angustia es un proceso natural del ser humano, la cual se produce cuando estamos bajo un o varios eventos nuevos, como cambios de casa, trabajo, pareja, entre otros. La angustia es una emoción que dura unos días y que se va diluyendo paulatinamente, mientras nos acostumbramos al evento nuevo o estresor. Se transforma en un problema cuando, nos sentimos permanentemente angustiados durante el día y ésto afecta nuestra vida familiar, laboral, emocional y/o personal por lo que ese es el momento de buscar ayuda con un profesional y en este proceso es cuando yo puedo ayudarte a buscar cual es la causa de tu angustia, la cual muchas veces no sabemos.
Existen momentos donde la angustia sobreviene y, por lo general, es muy difícil decir por qué uno se angustia. La brújula en estos casos es construir algo con el paciente mismo, ubicando lo que se llaman las "coordenadas simbólicas":
- ¿Dónde estaba cuando se ha angustiado?
- ¿Con quién estaba?
- ¿Qué sensaciones sintió?
- ¿Le había pasado antes? ¿Cuándo?
- Y si le ha ocurrido antes, ¿Ve algún patrón en las veces anteriores y ésta?
La angustia propiamente tal no es una enfermedad, es algo que se puede presentar en cualquier persona, y por lo general indica algún punto donde la persona se siente muy comprometida, es el punto subjetivo máximo. Por esto, el tratamiento se orienta a situar eso.
Sentir angustia frente a ciertas situaciones en la vida es normal, pero cuando sentimos que estamos disfrutando menos de nuestra vida o que pensamos demasiado en un problema en particular, entonces es momento de actuar y aprender a sobrellevar esta emoción. Mi enfoque es que aprendas a tranquilizarte, tomar decisiones conscientes y que sepas los factores estresores en tu vida que te llevan a estar con angustia. En conjunto con un desarrollo personal que sin duda te llevará al siguiente nivel.
En muchas ocasiones a lo largo de nuestro día a día, podemos sentirnos intranquilos, nerviosos hasta el punto extremo de llegar a experimentar altos niveles de estrés y angustia que llevan por detrás la ansiedad. Este síntoma lo podemos llegar a experimentar de diversas formas a través del nerviosismo, miedo, dificultades para dormir y la manera más terrible que es el ataque de pánico. La ansiedad se refleja en nuestro cuerpo porque es la manera de manifestarnos que estamos sobrecargados y necesitamos deternos. La terapia ofrece ese espacio en donde podemos hacer un alto y analizar esas tensiones emocionales y corporales que nos llevaron a sentir ese malestar y así poder volver al equilibrio
Es un estado afectivo que se caracteriza por la sensación de intranquilidad o inquietud muy intensa, causado por algo desagradable, una amenaza, desgracia o peligro. Se encuentra relacionada con el temor o miedo irracional, la depresión y en mayor medida con la vivencia de incertidumbre. Este estado se puede expresar de diversas maneras como presión en el pecho, dolor de estomago, etc. No siempre se manifiesta de la misma manera, pero cuando es necesario darse un tiempo y lugar para pensar en aquello que ocasiona este malestar.
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