Ps. Lucas Vicente Aguirre Salgado

Hola! Soy Lucas Aguirre Salgado, psicólogo egresado de la Universidad Diego Portales. Me especializo en la psicología clínica y trabajo desde una perspectiva humanista.

Comprendo que buscar ayuda y comenzar un proceso de psicoterapia es desafiante, y que requiere mucho valor compartirse y dejarse sostener por otro ser humano. Por eso, mi rol es brindar un espacio seguro y de confianza, libre de juicios, para que puedas ser tú mismo y conectes libremente con tus emociones, con tu cuerpo, tus necesidades y todo lo que incluye tu subjetividad.

Para ayudarte a conectar contigo mismo, utilizo una perspectiva principalmente humanista-experiencial, comprendiendo que cada persona es única y tiene sus propios problemas y dificultades, así como su propio ritmo. Por eso, desde este enfoque, no se pretende “ajustar” a las personas a una norma o a un ideal de ser, sino que se respetan sus propios tiempos y sus necesidades con el fin de que la terapia resulte un espacio cómodo y acogedor.

Puede parecer cliché, pero el primer paso es reconocer que algo nos afecta o que tenemos algún problema. Esa noción abre un abanico de posibilidades y permite que podamos generar cambios, internos o externos, y facilita que nos dejemos acompañar por otro que nos brinde perspectiva y apoyo. Puede que necesites sentirte comprendido o al menos escuchado sin que te invaliden, sin que te presionen o te digan qué hacer, o bien podrías necesitar aprender a gestionar tus emociones. Quizás necesites apoyo cuando sientes que estás solo en el mundo y nada tiene sentido.
Cualquiera sea tu motivo de consulta, estaré para acompañarte en esta etapa y daré lo mejor de mí para hacer de tu terapia una experiencia transformadora, que marque un antes y un después en tu vida.

¿Cómo trabajaremos?
Siempre digo que la primera sesión es sin compromiso, ya que es importante chequear cómo te hace sentir el terapeuta y cómo te sientes después de ese primer encuentro.
Mi propuesta es que el espacio de psicoterapia lo construyamos en conjunto, y que podamos generar esa alianza que nos permita abordar los temas que te puedan estar afectando.
Si bien el espacio de psicoterapia incluye acuerdos, roles, tareas y metas claras, uno de mis principales recursos es ser yo mismo (un ser humano) frente a ti, es decir, no tengo poderes de adivinación, por lo que preguntaré cuando tenga alguna duda o necesite aclarar algo.
Tampoco soy dueño de la verdad, por lo que ofreceré perspectiva, alternativas, opciones; te preguntaré cómo te gustaría ser ayudado y cómo te hace sentir lo que te planteo. No tengo todas las respuestas, pero puedo hacer buenas preguntas y ayudarte a que tú te las hagas también.

Ofrezco una escucha activa y una adaptación a tus necesidades, ya que cada persona es única y necesita algo diferente (no creo en una receta única para todos). De este modo, en la medida que establezcamos un vínculo, definiremos objetivos claros para ambos e indicadores de logro terapéutico (etapas), que ambos sabremos y que servirán para dar cuenta de los “pasos” que irán acercándonos al cumplimiento de dichos objetivos, ya que el alta terapéutica nunca es algo que decido yo unilateralmente, sino que ambos sabremos, en la medida que vayamos revisando el proceso, cuando será hora de comenzar con un cierre.
Pero no nos adelantemos por ahora, vamos paso a paso.
La idea es que juntos podamos comprender el origen, el sentido y las posibles funciones de tu malestar en tu vida, con el fin de tomar consciencia y ayudarte a adquirir las herramientas y recursos necesarios para resolver y vivir una vida más plena y libre.

Durante el proceso, intentaré enfocarme principalmente en el momento presente, y desarrollaremos estrategias que sean realistas y aplicables a tu cotidianidad y a tu contexto. A veces “menos es más”, y paso a paso se llega al destino; no soy partidario de saltos apresurados o de prometer cosas poco realistas. Además, pongo especial atención al proceso mismo, por lo que cada cierto tiempo iremos revisando qué ha pasado en el proceso desde que llegaste hasta ese momento, con el fin de que haya una toma de consciencia y una actualización constante de lo recorrido.

Tendré cuidado con: el tino, tono, tacto y timing.
Si bien esto podría parecer obvio, lamentablemente no lo es, y es por eso que intentaré cumplir con estas actitudes.
Con respecto al tino, se refiere a ser cuidadoso con las palabras y lo que uno quiere comunicar.
El tono, hace referencia a la comunicación no verbal, la tonalidad emocional con la que se acompaña el contenido expresado.
El tacto, tiene que ver con mi sensibilidad y la capacidad de reconocer el impacto que tienen mis palabras.
Y el timing hace referencia al tiempo y la prudencia, es decir, cada cosa tiene su tiempo, y no creo que sea sensato intervenir o devolver un diagnóstico o interpretación en una primera sesión.

Cabe señalar, además, que soy parte de un equipo de trabajo con quienes nos reunimos semanalmente para actualizar conocimientos y recibir apoyo u orientación, en caso de necesitarlo, mediante supervisiones clínicas.

Finalmente, estaré siempre receptivo a la retroalimentación, con la intención de ir actualizando y mejorando el servicio que ofrezco.