Ps. Diego Castro Olave

Lidiar con dificultades para dormir en un niño pequeño puede ser desafiante, pero hay algunas estrategias que podrías considerar para mejorar la situación. Ten en cuenta que siempre se recomienda consultarlo con un pediatra para obtener orientación específica sobre la salud y el sueño de su nieta. Aquí tienes algunas sugerencias generales:

Crea una rutina consistente antes de acostarla, como bañarla, leer un cuento y cantar una canción. Las rutinas pueden ayudar a los niños a asociar ciertos comportamientos con el momento de dormir.Asegúrate de que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable. Puedes considerar el uso de objetos de transición, como un peluche o una manta, para que se sienta segura. Limita la estimulación antes de acostarse, como el uso de dispositivos electrónicos o actividades muy activas. Estos estímulos pueden dificultar que el niño se relaje y duerma.Evita darle alimentos con cafeína antes de dormir. También, asegúrate de que no esté demasiado llena ni hambrienta al acostarse.

Consistencia en las Respuestas: Si se despierta durante la noche, trata de responder de manera calmada y consistente. No la estimules demasiado y evita encender luces brillantes.

Consulta a un Profesional de la Salud: Si no lo has hecho ya, es crucial hablar con un psicólogo sobre tus problemas de sueño. Pueden realizar una evaluación para determinar la causa subyacente del insomnio y brindarte orientación específica.

Si bien las pastillas para dormir pueden ser útiles en el corto plazo, el uso a largo plazo puede llevar a la dependencia y no aborda las causas subyacentes del insomnio. Trabaja con tu médico para encontrar soluciones más sostenibles.

También intenta acostarte y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico y mejora la consistencia del sueño.
Reduce la exposición a pantallas antes de acostarte. La luz azul de dispositivos como teléfonos y computadoras puede afectar la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño.
El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, pero evita el ejercicio intenso justo antes de acostarte.
Limita el consumo de cafeína y evita otros estimulantes, como la nicotina, sobre todo en las horas previas al sueño.
Considera la posibilidad de incorporar técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda o el yoga, antes de acostarte.