Tengo un hijo de 19 años, que cree esforzarse mucho en alcanzar logros académicos y creemos que no,

Sería una buena alternativa que un tercero profesional del área de la psicología les ayude a ver si realmente se esfuerza o realmente ustedes no ven el esfuerzo.
Saludos.

Creo importante que tener la visión de un externo podría ayudarlos a mirar la visión de cada uno, las expectativas involucradas y aclarar la situación. Si es algo incómodo para todos una excelente opción es buscar abun profesional. El o ella podrá aclarar sus dudas.

Buen día.

Hola, gracias por confiarme tu problema. Les recomiendo consultar con un psicólogo para primero puedan aprender que entiende cada uno de ustedes por "esforzarse" y luego cuales son las expectativas que ponen en el otro y que correlatos emocionales y cognitivos trae aparejado aquello. Eso en un comienzo. Reciban un acogedor abrazo.

Me parece que el esfuerzo es distinto al resultado, es necesario medir como se esfuerza.. si realmente lo hace eso se debe resforzar. El resultado academico no solo es fruto del esfuerzo sino tambien de las habilidades.
Saludos

Buenas tardes. Si el objetivo es obtener logros académicos, sería importante identificar que método de estudio está utilizando su hijo. Por otro lado, es importante validar las emociones de su hijo, si se expresa que se esfuerza, reforzar ello, para después plantearle otra forma de esforzarse, así no anulamos e invalidamos la expresión emocional y conductual de nuestro hijo. Por otro lado, en sesión con psicólogo/a indagar los intentos realizados que han dado resultados y proporcionar nuevos intentos de soluciones posibles de realizar para lograr el objetivo.
Un abrazo.

Estimado/a

Cada quien tiene una percepción de las áreas en las cuales debemos esforzarnos más para lograr un objetivo, quizás su hijo si siente como premio a su esfuerzo las buenas calificaciones, en todo caso todo merece metodología y perseverancia para lograr buenos resultados, espero que dentro de todo siga así, que es un buen camino para lograr el éxito. Siempre y cuando no se transforme en una obsesión poco sana, descuidando otras áreas.

Es difícil saber si su hijo o ustedes padres tienen la razón, cada uno defenderá sus posturas porque las percepciones son distintas. Lo importante es la armonía que puedan lograr como familia, sería oportuno quizás acudir a un profesional en terapia familiar que pueda brindarles orientación sobre el conflicto por el que atraviesan.

Buenas Noches. Trabajo en un colegio como psicólogo clínico y trabajo con estas situaciones. Me parece precipitado sugerir una terapia Familiar. Les sugiero buscar un psicólogo clínico para que le comenten con más detalle tal situación y que juntos puedan evaluar los pasos a seguir. Falta mucha información para plantear una hipótesis de lo que sucede en la situación y por aquello es importante que en una atención psicológica puedan relatar con más profundidad la queja de su hijo respecto al ámbito escolar, como abordan ustedes la situación, esto ocurre con algunas materias en particular, etc. Espero que puedan sobrellevar la situación. Saludos

Hay Jóvenes que se esfuerzan en conseguir lo que se proponen mientras que otros se niegan a intentarlo. Resulta que en esto tienen que ver los elogios que les hacemos.
Hay niños que, desde pequeños, son muy independientes y quieren hacer las cosas solos y se esfuerzan hasta que consiguen algo, mientras que otros son más dependientes y van con la ley del mínimo esfuerzo; si en algo fallan, no vuelven a intentarlo.

Gracias estimado por compartir su situación. Les recomendaré simplemente enfocarse en el proceso y olvidarse de los resultados, si logran eso de forma individual y familiar, verán resultados en el día a día.

Estimada, la verdad es que el esfuerzo es un concepto que únicamente el que lo realiza puede sentirlo. Creo que si su hijo siente que se está esforzando probablemente lo está haciendo. Si ese esfuerzo no está teniendo los resultados esperados es señal de que tiene que enfocar su esfuerzo de otra forma.

Recomiendo que no minimicn los esfuerzos que realizas y que si lo ven frustrado por no conseguir los resultados que desea lo apoyen y le sugieran que busque a un profesional que lo ayude.

Saludos

Le sugiero acudir a una psicóloga/o, con el o la profesional podra evaluar que es lo que puede estar pasando su hijo realmente.
Saludos

Sería bueno acudir a un psicólogo ( probablemente la mejor opción sea un psicólogo familiar) para poder indagar en todos los factores al rededor, no solo del joven, si no de la familia general, el ojo de un tercero puede ser muy útil para que los otros 2 puedan ver mejor lo que está pasando. Pero recuerden que ese tercero no necesariamente les dará la razón o les dirá lo que quieren oir.

Hola, gracias por tu consulta..muchas veces como padres depositamos nuestras expectativas y exigencias a nuestros hijos sin darnos cuenta. Cuida de que las conversaciones con èl no sean solo de su rendimiento, si estudiò o no, còmo le fue, que pudo haberle ido mejor, etc. Traten de compartir con èl dejando el tema acadèmico a un lado, salir tù con èl, interesarse en sus amigos, que los invite a tu casa, que siente que es un espacio amigable, no solo de puras demandas y exigencias. El ya es grande, sabe si està dando todo o no, si le preguntas confìa en su respuesta, y si le va mal èl debe hacerse cargo y asumir. No le des sermones...solo lo justo y preciso. Por otra parte, fortalece positivamente las cosas que haga y vajar la exigencia "estuvo bien", "te felicito", "no te fue mal", etc. Confìen y crean en èl cada dìa y que elija su camino, no que cumpla las expectativas de Uds. Un abrazo.

Hola! Muchas gracias por tu pregunta!
Al igual que mis colegas, considero que sería una buena alternativa que un profesional del área de la psicología pueda ayudarnos a entender sobre el esfuerzo de su hijo y los resultados de este. Te deseo mucho exito!

Hola, gracias por compatir tu inquietud. Si tu hijo solo se enfoca en lo difícil que le resulta tener un buen rendimiento académico, es probable que entonces no logre sus objetivos. Sobre todo porque ya debe sentirse algo desmotivado y desanimado por todo el esfuerzo y los pocos resultados.
Te sugiero que puedas comprender qué es lo que le pasa. Abrir espacios de conversación para entender cómo se siente y desde allí ofrecerle apoyo.

Buenos días. Desde mi perspectiva y formación me parece muy relevante conocer porqué su hijo tiene la idea de que "le cuesta", qué ha ocurrido, en los diversos contextos donde se desenvuelve, que logra construir esa idea sobre sí mismo.
Asimismo, identificar y valorar esas cosas en las que sí es bueno y se siente capaz y, desde ello, poder ir construyendo una imagen sobre sí, en el contexto académico, que pueda ser más satisfactoria para él.
Saludos!

Es común observar en ciertos colegios una perspectiva académica demasiado centrada en la competencia, lo que lleva a que los estudiantes se enfoquen exclusivamente en los resultados sin considerar el aprendizaje como un proceso individual. Sería beneficioso para el reconocer sus habilidades, para que puedan potenciarlas, además de, trabajar en su auto conocimiento para identificar y superar las limitaciones autoimpuestas. Esto le permitirá fortalecer su autoestima y enfrentar los desafíos de la vida con mayor confianza.

Hola, los especialistas que realizan la evaluación y tratamiento de problemas académicos y emocionales en niños y adolescentes suelen ser psicólogos clínicos, psicopedagogos o psiquiatras infantiles. Estos profesionales están capacitados para evaluar las dificultades académicas, emocionales y de comportamiento, y brindar orientación y tratamiento adecuados. Es importante buscar un profesional con experiencia en el área específica de preocupación, como, por ejemplo, un psicólogo clínico especializado en adolescentes para abordar las inquietudes sobre el rendimiento académico y la autoestima de tu hijo.
Saludos

Entiendo tu preocupación por tu hijo.
Afortunadamente lo que vive es algo en los que los psicoterapeutas podemos acopañarlo bastante bien.
Te recomiendo conversar a posibilidad de apoyo con él y favorecer que el se motive por ese tipo de acompañamiento

Hola, sería bueno que tu hijo pudiera tomar apoyo psicológico , saludos

En este sentido si es bueno llevarlo a una evaluación con el psicóloga del colegio y le haga un test de CI y además evalué si existe alguna dificultada de atención o visual . Y hacer una psicoterapia de acuerdo a esos resultados.

El tratamiento cognitivo conductual podría funcionar en este caso. Es importante en cuanto a los pensamientos identificar, detener y modificar los pensamientos automáticos. Saludos.

Estimados, desde mi experiencia, enesa etapa de la vida, es muy común tener incertidumbre frente a la vida, especialmente el ingreso a la universidad impone nuevos desafíos y el desarrollo de competencias nuevas. Muchos jóvenes se ven afectados por las dudas acerca de sí mism@s, debido a estos nuevos desafíos y a los resultados académicos pobres, que muchas más de las veces tienen más que ver con la autoinvalidación. Si su hijo así lo concuerda, sería positivo acceder a ayuda profesional, para identificar las áreas de autoinvalidación y resolverlas realisticamente. Muchos saludos

Estimada/o, un cordial saludo. Sobre la situación que describes de tu hijo, te sugiero incitarlo a inicia una psicoterapia para trabajar en los aspectos que están limitando su desempeño académico. Si él accede, lo podrían ayudar a buscar un/a psicólogo/a que le genere confianza para iniciar su tratamiento. Mucho éxito.

Hola, sería interesante poder revisar cuales son las limitaciones reales en la mente del joven para poder comprender y desde ahí adquirir alguna estrategia de afrontamiento. Saludos

Hola buenas tardes, respecto a tu pregunta sobre tu hijo y sus dificultades académicas, tal vez sea que no está lo suficientemente motivado para dar el esfuerzo que requieran sus estudios. A veces con buscar por ese lado, -sus reales motivaciones futuras- se pueda encontrar el motor que lo movilice y le permita avanzar en sus metas. La autoimagen y el autoestima es muy importante en estos casos; que encuentre su sueño en este momento de vida que atraviesa y cómo podría lograrlo paso a paso, ayuda mucho a permitirle avanzar, aunque sea de a poco. Los animo a consultar con algún psicólogo o psicóloga que pueda guiarlo en este sentido. ¡Saludos!

Gracias por su pregunta, con gusto le ayudaré por favor póngase en contacto conmigo

Como psicólogo experto, puedo entender la frustración tanto tuya como de tu hijo, ya que las expectativas y el esfuerzo académico son factores que pueden generar mucha presión. Es común que los jóvenes, especialmente a esa edad, se enfrenten a desafíos en cuanto a su autoestima y su capacidad para reconocer su propio esfuerzo y logros. A veces, lo que se percibe como "falta de capacidad" o "esfuerzo insuficiente" puede estar relacionado con patrones de pensamiento limitantes o con la presión interna de querer cumplir con expectativas muy altas.

Es importante que tanto tú como tu hijo puedan explorar sus creencias y actitudes hacia el esfuerzo y el fracaso. A menudo, los jóvenes en esta etapa de la vida no solo luchan con el contenido académico, sino también con cómo perciben sus propias habilidades y su valor personal. Ayudarle a desarrollar una mentalidad más flexible y constructiva puede ser clave para que se sienta más capaz y menos limitado por la idea de que "le cuesta" o que no está logrando lo suficiente.

Si crees que este proceso podría ser útil para tu hijo, te invito a tomar terapia conmigo. Juntos podemos trabajar en mejorar su autoconfianza, gestionar la ansiedad relacionada con los estudios y ayudarle a encontrar una manera más saludable de abordar sus logros académicos.

Entiendo completamente tu inquietud. Muchos jóvenes de 19 años confunden el esfuerzo mental con acción sostenida, y se sienten agotados solo por pensar que “les cuesta”, sin notar que ese pensamiento en sí mismo les roba energía y foco.

Cuando alguien se repite “esto es difícil” o “no soy bueno para esto”, el cuerpo y la mente se paralizan. Lo que necesita tu hijo no es más presión, sino comprender cómo funciona su mente, cómo se sabotea sin darse cuenta y cómo recuperar el poder sobre su energía y atención.

Una conversación directa, empática y sin juicios puede abrir puertas. Pregúntale:

¿Qué significa para ti esforzarte? ¿Qué haces exactamente cada día que te hace sentir que estás dando lo mejor? ¿Y qué resultados ves?
Estas preguntas, bien acompañadas, pueden ayudarle a ver con más claridad dónde está el verdadero bloqueo.

Si sienten que necesitan una mirada externa para avanzar, podemos tener una sesión individual —puede ser con él o contigo— donde evaluemos su situación particular y les entregue herramientas concretas para desbloquear esta etapa.

Escríbeme y coordinamos un espacio. Estoy aquí para acompañarlos con claridad y sin rodeos.

Habría ver qué le está pasando, a veces no vemos otras cosas que le pueden estar ocurriendo, otras motivaciones que tal vez ni él mismo se dé bien cuenta otal vez si y no se atreva a expresar. Necesita terapia para ver eso que le puede estar pasando, para orientarse también más tal vez vocacionalmente. No se trata de empujar nomás un carro si tiene una rueda media mala..

Hola! Gracias por compartir el relato sobre tu hijo, la preocupación y apoyo de los padres es fundamental en esta etapa de la vida.

A los 19 años (edad que podemos ubicar dentro de la adolescencia tardía) las personas suelen atravesar una etapa de cambios y de crisis respecto de diversos temas: identidad, incertidumbre sobre el futuro, autonomía personal, elección de proyectos de vida, entre otros.

Comúnmente, es un periodo donde los jóvenes evalúan sus capacidades y rendimiento (social, académico) de manera bastante crítica. Esto puede generar tensiones y conflictos entre las expectativas sociales que ellos perciben de su entorno, y la percepción que el joven tiene de sí mismo, sin que necesariamente refleje su verdadero potencial.

En el caso de tu hijo, podría serle de ayuda tener un proceso psicoterapéutico, que lo oriente y le genere herramientas para afrontar los diversos desafíos que se le presentan en esta linda, pero también complejo, etapa de la vida.

Ante cualquier duda o consulta, puedes escribirme con confianza. ¡Saludos!

Lo que describes es algo frecuente en jóvenes alrededor de los 19 años: existe una percepción distorsionada del esfuerzo y los resultados académicos. Tu hijo puede creer que se esfuerza mucho, pero sentirse limitado por pensamientos de incapacidad o miedo al fracaso, lo que afecta su motivación y rendimiento.
Es importante diferenciar entre percepción de esfuerzo y efectividad del esfuerzo. A veces, los jóvenes se bloquean antes de intentarlo plenamente, pensando que “les cuesta demasiado”, aunque con estrategias adecuadas podrían avanzar más.
Algunas recomendaciones:
Validar su esfuerzo sin minimizar la experiencia de frustración.
Explorar sus hábitos y estrategias de estudio para identificar posibles ajustes.
Fomentar metas pequeñas y alcanzables, para que experimente logros concretos.
Evaluación psicopedagógica o neuropsicológica si persiste la sensación de incapacidad, para descartar dificultades cognitivas o problemas de funciones ejecutivas (atención, planificación, memoria de trabajo).
El acompañamiento más útil es aquel que combina apoyo emocional, guía práctica y motivación, evitando comparaciones negativas y reforzando la confianza en sus capacidades.

A los 19 años, el modo en que un joven vive el esfuerzo y los logros no siempre coincide con lo que los adultos esperan. A veces, cuando alguien dice que “se esfuerza mucho” pero no avanza, no se trata de falta de voluntad, sino de cómo se experimenta a sí mismo, de inseguridades, temores al fracaso o creencias sobre su propia capacidad que lo dejan detenido.
Más que corregirlo o demostrarle que “no se esfuerza”, es importante entender qué significa para él ese esfuerzo, qué lugar ocupa el estudio en su vida y qué lo hace sentirse tan limitado.
Un espacio terapéutico puede ayudarlo a poner en palabras esa dificultad y a descubrir qué hay detrás de esa sensación de que “todo le cuesta”. Cuando un joven puede hablar de eso, suele aparecer una energía diferente para avanzar, más propia y menos determinada por la presión externa.